¡Bienvenidos, internautas!
Hoy se inaugura este sitio.
Estas cinco palabras, esta frase tan sencilla, ocultan tras de sí un cúmulo de alegrías y preocupaciones, que trataremos de ir desentrañando en los próximos dias.
Y, como en toda empresa humana, mucho trabajo. En este caso, el trabajo corrió por cuenta de mis queridos Padrinos en Internet Diego y Esteban, los que con mucho amor construyeron esta extraña embarcación, que tiene todas las posibilidades de un transatlántico, y dentro de la cual me siento como Vito Dumas, el navegante solitario, en un frágil botecito a remos.
A Diego y Esteban, muchísimas gracias!
Ahora, que ya me interné en Interne(t), solo me resta poner Rumbo Este, hacia la mar atlántica, y, como los antiguos navegantes hispanos que anduvieron por estas costas, esperar que los buenos aires me acompañen.
Y a remar se ha dicho!