Cartelitos molestos
Como buenos argentinos, muchos de nosotros (y yo no tengo porque ser la excepción) nos arriesgamos a revolear desaprensivamente psicologismos varios y surtidos. Así, uno de ellos establecería que en todo mensaje está el texto explícito, y simultáneamente se agazapa el subtexto inconsciente.
Por ejemplo, la palabra «molestia» es una expresión (¿como decirlo?)… molesta.
El diccionario la asimila a «fastidio», «hastío» y otras sensaciones desagradables. Sin embargo, se la utiliza en dos cartelitos que están masivamente difundidos. Algo así como los «best-seller» de los carteles. ¿Por que será?
–Su pregunta no nos molesta
Traducción: Mire, el horno no está para bollos. Pero, que vamos a hacer. Tenemos que poner al mal tiempo buena cara, y confiar que su dichosa «pregunta» no se limite solamente a inflar la paciencia, y desemboque en la tan ansiada compra, si es «cash» mejor.
-Disculpe las molestias. Estamos trabajando para Usted.
Traducción: Ya le dijimos «disculpe», no? Bueno, ya está, ya cumplimos. De ahora en mas, tenemos «derecho» a fabricar todas las molestias que se nos ocurran, y Usted tiene que quedarse calladito la boca. Ademas, ya le dijimos que nos tomamos todo este laburo para beneficiarlo a Usted. Casi podríamos decir que le estamos haciendo un favor. Así que, no joda, y quédese en el molde.
Los subtextos de estos cartelitos, serán realmente como me suenan a mi? Tengo la impresión que los argentinos estamos un poquito (¿como decirlo?) molestos…